12/3/15

El mayor de los dones: La Resilencia

Son las 6 a.m. algún madrugador dolor de mi cuerpo ya se ha despertado y aprovecho para empezar a olvidarlo mientras dejo constancia en esta bitácora virtual,  del cruce de caminos que viví  anoche en el espacio que solidariamente cedió Colaborattine,  con  Fran Otero y su esposa Damaris.




Ayer  del modo menos corporativo y más humano que nunca, Aula de Chefs tuvo el placer de cocinar para un evento muy especial. Como Gastronomía Social realizamos algo nuevo y diferente,  al menos para nosotros. Un pequeño catering solidario en favor de la ELA, en una exposición de pintura benéfica  para el mismo fin.  Una enfermedad que limita a quien la padece de una manera casi sobrehumana por fuera y que dota de una fuerza sobrehumana por dentro. Lo sé porque anoche lo viví.


Hacía tiempo que conocía virtualmente a esta pareja, su esfuerzo por dotar de voz a los afectados del ELA. Ellos mueven mar, tierras y humanos. Así fue como me han arrastrado hacia un viaje a tierras del ELA, y dónde habitan con el mayor don del ser humano: su resilencia.






A mi manera de entender...Resilente es aquel que teniendo cada vez menos, da cada vez más. 
¿Dónde esta la clave de su fuerza? En palabras de Fran:  "en la ilusión y en los retos". 



No voy a contaros que no hay investigación en esas tierras, algo que desafortunadamente asumimos de igual modo en casi todas las tierras en las que es vital explorar. Voy a contaros de los esfuerzos de este matrimonio, por lograr que la tecnología ya creada,  llegue a la vida de estas personas y "les abra una ventana a este mundo" en palabras del padre de Fran. Se trata de una cámara que registra el movimiento de sus ojos y con la que puedan crear e interactuar,  ofreciéndonos lo mejor que tienen a través de sus palabras. Antes que la cámara, ya lo logro Damaris,  que lee cada letra de su gestos cual  idioma natural en tierras del ELA.






Proezas que se vuelven iconos de inclusión social. Como lo han hecho Fran Otero y  Jose Mª de Urda, el pintor junto al que ha escrito el libro  A Coruña Pintaday que ayer también tuve la ocasión de conocer su obra. 

Un libro que podréis encontrar en la Librería Arenas de Coruña y que os permitirá visitar la ciudad de la mano del guía más fuerte de ella, además de colaborar íntegramente a favor de su labor.





De mi paso por tierras del ELA, ha quedado el poso para empezar el lunes a impartir en Teixeiro clases al nuevo grupo de  presidiarios, con los que tendré la oportunidad de buscar la receta que les motive a cocinar de nuevo sus vidas,  a través de un proyecto supervisado por Erguete y en el que tengo el placer de participar. 

Para ellos y para mi, estoy en perpetua búsqueda de  inspiración y valores con los que brujulear las  tierras inexploradas que cada uno lleva por dentro y con las que de forma vital necesitamos mapear.


 ¡Gracias! Fran,  por haber cumplido el reto de este libro y todos los que cada día logras,  para seguir haciendo de guía en mundos inexplorados,  que todos hemos de aprender a atravesar de un modo u otro. Gracias por vuestras lecciones de gratitud a la vida en toda su expresión.
¡Gracias! Fran y familia


Finalmente no quiero terminar,  sin agradecer a Jorge Cebreiro que haya hecho posible este encuentro y que pensara en nosotros para participar en él.




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